La presencia de mejillones, bivalvos o moluscos en camaroneras ha sido punto de interés en distintas investigaciones. Ya que han sido considerados como silenciosos invasores para nuestro camarón blanco. Aunque, ¿a qué se debe este calificativo? ¿qué consecuencias acarrea? Veamos más a continuación.
En primer lugar, los moluscos en camaroneras en esencia provocan perturbaciones medioambientales. Esto debido principalmente a su alta capacidad de filtrado, al igual que cambios tanto cuantitativos como cualitativos en el plancton. Por ende, generan un desequilibrio en la cadena alimentaria.
Cambios en el ecosistema de los cultivos
Los estanques y piscinas de cultivo de camarón blanco son en su mayoría ecosistemas artificiales. Están caracterizados por altas cargas de nutrientes y materia orgánica en suspensión, incluido el plancton. Debido a ello, se deben mantener condiciones óptimas en factores como salinidad, temperatura, concentraciones de oxígeno disuelto, turbidez, entre otros. En conjunto, propiciamos un adecuado ecosistema para el desarrollo y crecimiento del camarón.
Sin embargo, los bivalvos producen heces que alteran los ciclos biogeoquímicos idóneos. Mientras que sus conchas pueden cambiar las propiedades físicas de los sedimentos.
Si bien una baja densidad de mejillones pudiera promover un efecto positivo al eliminar partículas en suspensión, son altamente prolíferos.
En altas densidades, los mejillones reducen el éxito del negocio camaronero de múltiples formas.
- Pueden ser competidores del alimento, afectando la alimentación y crecimiento del camarón.
- Mayor cantidad de alimento micro recubierto, como programa compensatorio.
- Reducción de la productividad del crustáceo.
- La filtración aumenta la claridad del agua, exponiendo a los camarones a depredadores como las aves.
- Los camarones responden al agua reduciendo la pigmentación, afectando su valor comercial tras la cosecha.
- Contaminan los dispositivos de aireación, reduciendo la capacidad de mantener niveles favorables de DO2.
- Afectan motores, compuertas y salidas de bombeo, disminuyendo su operatividad y vida útil.
¿Qué medidas tomar ante una invasión de moluscos?
Para la operación de cultivo de camarones se requiere de una prevención y control rápido. Se recomienda un monitoreo continuo en busca de invasores sobre sustratos, particularmente al inicio de cada ciclo de cultivo.
Igualmente, la asistencia con herramientas moleculares puede aumentar la capacidad de detectar, incluso en una etapa larvaria, una invasión temprana. Así permitirás mejorar las posibilidades de respuesta oportuna y contener una propagación de moluscos.
En caso de existir ya una población de mejillones, su control dependerá de las características del caso. Comúnmente se opta por la erradicación manual de las colonias y biocontroles selectivos. A su vez se utilizan recubrimientos químicos en infraestructuras para evitar la adherencia del mejillón.
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