La industria avícola en Ecuador (e inclusive el mundo) ha lidiado en reiteradas ocasiones con rumores y campañas de desinformación. Probablemente una de las más frecuentes es el supuesto uso de esteroides y hormonas en pollos de cría. Al respecto, nada más alejado de la realidad.
Sin embargo, la difusión de estas suposiciones aún puede encontrarse circulando por las redes sociales. Veamos un poco más al respecto.
¿A qué se debe el rumor de hormonas en pollos?
Uno de los principales argumentos acerca de esta controversia es el aumento del tamaño del pollo a lo largo de los años. La proporción de masa muscular del ave ha sido indudablemente optimizada con el tiempo. En nuestros hogares se encuentra carne de pollo de una mayor calidad que la consumida por nuestros abuelos. Aunque este crecimiento no es dado por el uso de hormonas.
Pero para identificar el origen del rumor debemos irnos a unos 70 años atrás. Para la década de 1950, en algunas partes del mundo comenzó a experimentarse con estrógeno en animales. Su fin era aumentar la tasa de crecimiento del ganado y engordar pollos.
Sin embargo, los pollos no responden a los estrógenos para el aumento del peso. Por ende, esta práctica fue eliminada gradualmente antes de los años 70. ¿La razón? Era poco efectiva, engorrosa de aplicar, ilegal e innecesaria.
La razón principal de una carne de mayor tamaño se debe a mejores estrategias de cría, selección genética y tecnología en nutrición durante décadas. Todo para alcanzar el máximo desarrollo en menos de 40 días. Un proyecto que ha sido posible gracias además a la cría selectiva de aves con los mejores atributos, y una alimentación específica para cada etapa. Es decir, los pollos están creciendo a un ritmo acelerado gracias a mejores prácticas y alimentos.
Por lo tanto, no hay ninguna razón válida para entrar en pánico. No existe ninguna repercusión en nuestra salud por ingerir carne de un pollo mejor alimentado. Su aporte es muy nutritivo, ya que contiene proteínas puras, minerales, vitaminas, y un contenido puntual de carbohidratos.
Insostenibilidad del uso de hormonas en pollos
Explicado lo anterior, ¿existe el riesgo de hormonas en pollos? La respuesta precisa es NO. El precio de las hormonas supera al del pollo. Por lo tanto, la simple idea de inyectar a las aves haría imposible cualquier negocio rentable.
De no poderse inyectar hormonas, ¿pueden darse vía oral? Tampoco. La clase principal de hormonas se descompone en el tracto digestivo de animales. Ello hace que la administración fuese difícil y costosa. Estaríamos hablando de inyectar a cada ave, una por una. Y en un mercado tan competitivo como el precio del pollo entero en la calle, añadir estos costos lo haría insostenible.
Una opción muy atractiva y aplicada en la avicultura nacional es priorizar la calidad del alimento. El uso de un balanceado idóneo permite alcanzar un peso comercial en menos tiempo. Y por lo tanto mayor número de parvadas listas al año.
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