La etapa del destete es un evento crucial en el ciclo de vida del lechón. Aun en las mejores condiciones ambientales, puede llevar a una disfunción intestinal, inflamaciones y disbiosis en lechones. Pero, ¿cómo ocurre toda esta alteración? ¿por qué se originan las diarreas que afectan el rendimiento del animal?
Si bien en el destete ocurre la separación entre el lechón y la madre, se genera además un cambio brusco de la alimentación. Por ende, es necesario revisar los cambios existentes en el sistema gastrointestinal del lechón.
La microbiota en la salud intestinal del cerdo
En el sistema gastrointestinal del lechón existe una comunidad de billones microorganismos, conocida como microbiota. En su conjunto esta comunidad contribuye en la salud general del cerdo. Su función principal es digerir y fermentar aún más el alimento, para convertirlo en nutrientes que pueden ser absorbidos por los intestinos. El primer alimento del lechón, cabe destacar, proviene de la cerda madre.
Además, esta comunidad de microorganismos también realiza funciones relacionadas con el sistema inmunológico. Al igual que un sistema de defensa, previene la colonización de bacterias patógenas. Es decir, una barrera en la pared intestinal.
El intestino del lechón y la microbiota permanecen comúnmente en un estado estable, en condiciones fisiológicas normales. Sin embargo, esta comunidad microbiana puede tener una serie de alteraciones, en respuesta a factores externos. Por ejemplo, cambios en la pared intestinal, variaciones en la alimentación y variables ambientales.
Considerando el destete como un cambio abrupto en la alimentación del lechón, la microbiota intestinal tendrá modificaciones importantes. Precisamente estas alteraciones cuando son significativas son conocidas como disbiosis.
La disbiosis en lechones
La disbiosis es entonces este conjunto de desequilibrios microbianos anormales, que pueden generar otras alteraciones. Al romperse el equilibrio, se reducen proporcionalmente las bacterias saludables y aumentan los patógenos oportunistas. Por lo tanto, se genera en el cuerpo del animal una respuesta inmune intestinal, como es la diarrea. Cuadros diarreicos en el lechón son el primer signo que el animal intenta reestablecer su equilibrio gastrointestinal.
En resumen, el tracto gastrointestinal de los lechones recién nacidos es vulnerable a los estímulos externos. Por lo tanto, la disbiosis también puede deberse a anorexia, desnutrición, deshidratación, agua contaminada. Estos desencadenantes generan modificaciones intestinales como atrofia de las vellosidades o hiperplasia de las criptas.
Por ende, la microbiota resulta importante para la protección del intestino del lechón contra daños.
Durante la disbiosis y la lesión intestinal, la enfermedad inflamatoria genera un cambio perjudicial en la estructura de la comunidad microbiana. Ya que están proliferando rápidamente bacterias patógenas.
A su vez, este desequilibrio de la microbiota intestinal también conduce al síndrome metabólico y muchas otras enfermedades. De esta manera, se afecta negativamente a la salud del lechón a largo plazo.
¿Cómo combatir la disbiosis en lechones?
En aras de prevenir la disbiosis, se debe implementar medidas para preservar la mucosa intestinal. Entre ellas destaca el uso de probióticos y prebióticos en cerdos. Estos favorecen la proliferación de microbiota, reduciendo la presencia de patógenos a nivel intestinal.
Igualmente, el uso de alimentos que favorezcan una transición al destete más llevadera reducirá el riesgo de diarreas. Para ello disponemos en Molinos Champion de Inicial Wayne, fórmula desarrollada para lechones lactantes. Con su ingesta a diario desde los días 15 a 28 de vida lograrás una excelente transición de la leche materna.
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