Los cerdos son una especie animal que se cría habitualmente para alimentarse, y pueden verse afectados tanto por las temperaturas cálidas como por las frías.
Se sabe que las temperaturas cálidas hacen que los cerdos se deshidraten rápidamente y a aumentar el índice de mortalidad en las crías. El calor también puede hacer que se estresen o agiten, lo que puede provocar lesiones o la muerte. Las causas más comunes de la muerte de cerdos por estrés térmico son la deshidratación y el sobrecalentamiento.
Las temperaturas frías también pueden afectar al crecimiento y desarrollo de los cerdos; sin embargo, estos efectos suelen ser menos graves que los causados por el calor. El frío puede provocar pérdida de apetito, pérdida de peso y una menor capacidad para metabolizar los nutrientes adecuadamente.
Entre las prevenciones que podemos tomar para las temperaturas muy bajas es mantener a los animales en un ambiente cerrado para protegerlos del clima extremo, cambiar regularmente el heno y las mantas con las que se calientan los cerdos para que se sientan cómodos y reducir el estrés por cambio climático.
Temperaturas Altas
En temperaturas altas los cerdos necesitan expulsar el calor, una de las formas en que lo hacen es a través del aumento de la pérdida de calor y reducción de la producción de calor.
La disminución de la producción de calor se logra a través de la reducción de la ingesta de alimentos, los animales pasan por un proceso de digestión el cual contribuye al aumento de calor corporal.
Los porcinos reducen la ingesta de alimento balanceado para poder reducir el aumento de temperatura, esto afecta negativamente al crecimiento y rendimiento de la cría por el estrés térmico, así mismo se ve en aumento la tasa de mortalidad de la especie.
Los cerdos se ven afectados en climas de extremo frío donde puede perjudicar el bienestar animal, y llevar al animal a generar a un aumento en el contenido de grasa debido al consumo excesivo de balanceado.
En cambio las temperaturas altas disminuyen el consumo de alimento, afectando su desarrollo, lo que afecta a la producción. Este estrés térmico produce un efecto negativo sobre la tasa de reproducción de los animales.