Al referirnos a la influencia de la fase lunar a los camarones, suele hablarse de una alteración en sus patrones de conducta. Pero, ¿qué relación hay entre el calendario lunar y su alimentación?
Correlación de los procesos fisiológicos y el calendario lunar
En primer lugar, el crecimiento del camarón depende de un fenómeno fisiológico conocido como muda o ecdisis.
La muda consiste en la liberación periódica del exoesqueleto o caparazón para dar paso a uno nuevo. Al librarse de su cutícula el camarón tiene la capacidad de alcanzar nuevas tallas y pesos. Este vital proceso es cíclico, dividido en varios estadios, con fases de descanso relativo, e intercalado con períodos de intensa actividad.
La muda está regida por el sistema endocrino del animal, a través de sus procesos hormonales. Puede depender de variaciones de temperatura o del oxígeno disuelto. Aunque, según estudios, el desprendimiento de la cutícula o caparazón presenta una relación con la fase lunar.
Por ende, ¿podría decirse que hay una influencia de la fase lunar a los camarones? Estudios realizados en Ecuador y Colombia relacionaron el crecimiento del camarón blanco con el calendario lunar.
Los estudios compararon cultivos realizados en diferentes fases lunares:
- Piscinas cultivadas en luna llena.
- Cultivos de camarón en luna creciente.
- Piscinas cultivadas en luna nueva.
Encontraron un crecimiento rítmico de más de 1g por semana durante la luna nueva y llena.
Este comportamiento vale decir que no es un hecho puntual. Se ha encontrado que los animales pueden sincronizar sus actividades con una gran diversidad de ritmos geofísicos naturales. Por ejemplo, el circadiano (24 horas), de marea (12,4 horas), semilunar (14,8 días), lunar (29,5 días), anual, estacional, o fotoperiódico (365 días).
Sin embargo, ¿qué consideraciones debemos tomar con esta información?
Relevancia de la fase lunar a los camarones
En el período de muda, el camarón suele resguardarse en el fondo de la camaronera. Allí suele disminuir o incluso suspender la ingesta de cualquier alimento. Su principal objetivo ahí es llevar a cabo el cambio de cutícula. Es una etapa sensible para el animal, en el que puede quedar más débil, y expuesto a enfermedades o depredadores.
El éxito de cualquier cultivo camaronero depende en gran medida a una adecuada nutrición y buen manejo del alimento. Al representar su costo más del 50% de inversión, debemos encontrar estrategias de alimentación efectivas. Es decir, una alimentación óptima que sea realmente aprovechada por el crustáceo. Ello incluye horario, frecuencia, cantidad, alimento, etc.
Al establecer el momento de alimentar, no siempre se considera que esté fisiológicamente preparado el animal. Por esta razón debemos usar frecuencias de alimentación en cantidades acordes al estadio de muda. Así aprovecharemos al máximo el alimento suministrado.
De esta manera:
- Permitirá maximizar la eficiencia de utilización del alimento;
- Reducir los excesos de alimentos no consumidos;
- Disminuir el tiempo de exposición del alimento al agua evitando así la consiguiente pérdida de nutrientes por lixiviación y estabilidad física del balanceado.
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