Las lluvias típicas de esta temporada pueden ser devastadoras para el sector camaronero ecuatoriano. Si bien el mes con mayor índice de lluvias suele ser febrero, las precipitaciones se mantienen hasta mayo. Por lo tanto, el factor climático nacional debe ser objeto de monitoreo durante todo el semestre. Aunque, ¿qué impacto generan las fuertes lluvias al camarón? Expliquemos un poco más.
En primer lugar, la temperatura de la lluvia suele rondar entre 5 a 6 °C por debajo de del ambiente. Por ende, su ingreso al estanque hará que disminuya la temperatura, así como a la población camaronera. Además, cada gota de lluvia está compuesta por una solución débil de ácido carbónico, con un pH de 6,2. Así que, al caer una lluvia prolongada a las piscinas, se alterarán varios valores como temperatura, pH y salinidad.
Repercusiones de las lluvias al camarón
Con frecuencia se observa una cadena de sucesos, desde el momento que cae la precipitación hasta los días posteriores. Los más característicos son una baja del pH, temperatura y la concentración de minerales y micronutrientes. Desglosemos cada punto:
- Acidez/alcalinidad: por lo general una camaronera se maneja en un rango de pH entre 7,8 a 8,5. Con las lluvias se producen cambios abruptos, afectando las poblaciones de fitoplancton en la piscina. Con la muerte de estos organismos, se produce un aumento de bacterias heterótrofas, dióxido de carbono y acidez del agua. Este descenso del pH se mantendrá hasta que se restablezcan las poblaciones de fitoplancton.
Si el pH cae en más de 0.5 de su valor ideal, hará que los crustáceos se sientan conmocionados y estresados. Se vuelve mucho más difícil su crecimiento, mientras sube su riesgo de enfermedades.
- Temperatura: estudios reflejan que por cada grado Celsius que baja, el camarón reduce su consumo de alimento en un 10%. Por lo tanto, si las estimaciones indican un descenso de 5 a 6 °C con las lluvias, el impacto en la ingesta rondaría hasta en un 50%
- Salinidad: con el aumento del volumen del agua, las concentraciones de salinidad disminuyen. A pesar que como factor no repercute al nivel de los dos valores previos, la salinidad influye en la muda. La fase posterior a la muda del camarón requiere la absorción de minerales en el ambiente. Una baja salinidad afecta el endurecimiento del exoesqueleto o caparazón. Igualmente, la dureza del caparazón también repercute en la resistencia a patógenos oportunistas, siendo un condicionante en los próximos días del animal.
Como verás, el impacto de las lluvias puede acarrear consecuencias producto de la variación ambiental. Inclusive puede ser el punto de partida de anoxia, infecciones secundarias, canibalismo, toxicidad u otros problemas asociados a la muda incompleta. Por ende, las repercusiones en la supervivencia del camarón pueden detectarse hasta 2 a 3 días post-lluvias.
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