Evaluar la materia orgánica dentro de los estanques destinados a la cría de camarones es fundamental. Sin embargo, las condiciones del suelo no suelen recibir esa misma atención que, por ejemplo, la calidad del agua. En otros casos, productores de camarón están al tanto de la importancia del suelo. Aunque suelen desconocer acerca de la interrelación suelo-agua en la cría dentro de estanques y piscinas.
La materia orgánica la componen un conjunto de sedimentos en el fondo de los estanques. No obstante, una parte de ella permanece en constante suspensión, interactuando con el agua. Su descomposición es producto de las bacterias presentes en el estanque, quienes la usan como alimento. La acción rápida de las bacterias a la materia orgánica en presencia de oxígeno genera elementos no tóxicos como dióxido de carbono y agua. En cambio, ante la ausencia de oxígeno, la materia
orgánica es descompuesta anaeróbicamente. Ello causa unos productos tóxicos como lo son el sulfuro de
hidrógeno, el metano y el nitrito.
En la descomposición de la materia orgánica, por ende, repercuten varios factores. Otros son la temperatura, nivel de pH y naturaleza de la misma materia orgánica. Por ejemplo, la descomposición es mayor cuando la temperatura y el pH se incrementan hasta valores de 35 ºC y 8.5, respectivamente.
¿Qué aspectos debe tomar en cuenta en la materia orgánica?
Ciertas condiciones en el agua y el suelo de piscinas camaroneras pueden ser contraproducentes. En primer lugar se incrementa las enfermedades, ya que aumenta el número de microorganismos patógenos, como los Vibrios spp. Este tipo de ecosistemas fomenta a su vez el desarrollo excesivo de algas y nitratos. Por ende, afecta a la estabilidad estructural, y así una disminución de la permeabilidad y una acumulación peligrosa de Amonio. Son motivo de estrés en camarones, además que pueden generarle pérdida de apetito, crecimiento desacelerado, susceptibilidad a enfermedades y parásitos. Y, claro está, un incremento en su mortalidad.
Estos factores traen como consecuencia una disminución de la producción y menores ganancias. Es por ello que recomendamos continuamente a los camaronicultores a verificar las fuentes del suelo y la calidad del agua. Igualmente, monitorear las condiciones del ecosistema acuático tras cosechar la cría de camarones, a fin de prevenir o reducir estos problemas.
La materia orgánica en un estanque de cultivo de camarón debe ser lo más baja posible. De esta forma, facilita la manipulación del balance entre C/N. Ello permite además ofrecer mejores condiciones de vida para los crustáceos.
A fin de evitar la elevación de materia orgánica a la superficie, resulta necesario hacer recambios constantes de fondo. Y, en menor medida, recambios de agua. Igualmente, biorremediar los suelos a través de la incorporación de bacterias que consuman el lodo. Ejemplos son las nitrificantes o heterotróficas, para así darle mejores condiciones en la piscina al camarón. A su vez, mitigar los problemas de amonio, futuros barbeos (baja oxigenación en el agua), así como la proliferación de enfermedades.
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